La importancia de cuidar la microbiota
Se estima que en el intestino de una persona adulta conviven alrededor de 100 millones de bacterias, lo que representa entre 1 y 1,5 kilos del peso corporal. Esos microbios tienen la misión de controlar la multiplicación de las “bacterias malas” y mantener sanos a los sistemas digestivos e inmunológicos.
A la población de microorganismos buenos que viven dentro del aparato digestivo se los conoce como microbiota o flora intestinal y cumplen un rol esencial.
Tener una microbiota balanceada permite digerir de manera correcta los alimentos, que el intestino funcione de manera normal, producir vitaminas fundamentales para el cuerpo humano e impedir la multiplicación de bacterias que pueden ser dañinas.
Una de las consecuencias es sufrir Disbiosis, que es el desequilibrio de la microbiota. Esto sucede cuando la función de las bacterias se ven alteradas por cuestiones externas como la ingesta de antibióticos, diarrea, alimentación no balanceada o estrés, entre otros factores.
¿Cómo se puede mantener equilibrada la flora intestinal? Es clave tener una buena alimentación y hábitos de vida saludables, evitar grandes cantidades de bebidas alcohólicas y, dentro de lo posible, reducir al mínimo los niveles de tensión y ansiedad.
Una alternativa saludable es el consumo de probióticos, que son productos a base de microorganismos vivos que pueden contribuir al cuidado de la microbiota. Su función es la de reforzar a los microorganismos de defensa de la mucosa del intestino y estimular el sistema inmunológico. De esta manera se controla la expansión de bacterias que pueden ser perjudiciales para la salud.
Por eso mantener un sistema digestivo sano es clave para lograr una vida más saludable.